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Books and anime reviews, when I have time; I wrote tales, stories and unfinished novels (for now). Hobbies too and reflections. Mainly Spanish, sometimes English and maybe something in Japanese.

viernes, 24 de marzo de 2017

[ESP] Para los que nos quedamos

Esta semana me he enterado de dos muertes entre mis conocidos, el papá de una compañera de la universidad y una conocida de Twitter del mundo del anime. Por otro lado, este próximo 27 sería el cumpleaños número 70 de mi padre. Lo anterior unido al último libro que leí (Un año con Schopenhauer) y al libro que estoy leyendo (Así habló Zaratustra) me han motivado a escribir un poco. 

Nuestra estadía en este mundo es pasajera, eso es lo único que tenemos certero: cuando nacemos, sabemos que vamos a morir y aún así, seguimos despreciando el tiempo. Algo cierto es, que hay más tiempo que vida, ¿Entonces? Entonces desperdiciamos nuestra vida porque el tiempo no espera a nadie. 

Lo normal es, que las personas mayores sean aquellas que se vayan primero pero es cierto que nada es verdad universal en cuanto a lo relacionado con la vida y la muerte; pueden suceder accidentes y/o catástrofes. Accidentes causados por nuestras propias acciones o por acciones de un tercero; por lo que no tenemos garantía alguna de nuestra estancia aquí y esto hace que muchas personas consigan consuelo con una vida prometida después de la muerte, con un eterno descanso y felicidad indescriptible, con un segundo reencuentro con aquellos que se han ido. Otros, consiguen consuelo con lo que será la siguiente oportunidad, la siguiente vida en donde podremos seguir luchando para alcanzar la felicidad. 

"¡Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creáis a quienes os hablan de esperanzas sobreterrenales! (...) Son despreciadores de la vida..."

El extracto anterior proviene de "Así habló Zaratustra", de Friedrich Nietzsche, traducido al español por Andrés Sánchez Pascual, Alianza Editorial. Estas palabras me hacen formularme una pregunta:¿Pero no será a veces que nos ahogamos en nuestro propio consuelo con esa segunda oportunidad?

Los últimos meses que estuve con mi padre limé todas aquellas asperezas que llegamos a tener, lo curioso es que no fue de una manera obligada sino que siento que fue algo natural, algo que se dio durante nuestras pláticas nocturnas, durante las guardias en el hospital, durante la vigilia por la noches en casa. Cuando falleció me dolió de una manera indescriptible pero jamás llegué a sentir un arrepentimiento por algo hecho o, por algo no hecho hacia él. Durante nuestra vida juntos, le causé muchos disgustos, tomé decisiones que no eran de su agrado pero también le causé muchas alegrías; un balance positivo a mi punto de vista. 

Sus últimos arrepentimientos no fueron pues para conmigo, ni para con mi madre, ni para con mi hermana. Tampoco lo fueron para con sus hermanos ni para con sus sobrinos. No fueron reproches a gente externa a él, sino fue un reproche aceptado hacía él mismo: "Debí dejar de trabajar antes y viajar más". Viajar fue su pasión.


Mi conocida que acaba de fallecer hace cuestión de apenas un día, tenía planes, planes a futuro. Planes con sus seres queridos, planes con ella, planes con sus gustos, etc. Planes que se fueron en un abrir y cerrar de ojos. Lo que es cierto, en lo poco que le conocí, es que vivió como quiso y persiguió sus sueños. 

Vivir con fuerza no quiere decir imponerse a los demás, sino creo yo que significa imponerse a uno mismo. Dicen que vivas sin temor a arrepentirte, que mejor te arrepientas por algo hecho que por algo que no hiciste, que el hubiera no existe y que la vida es hoy pero... ¿De qué manera lo estamos tomando?

Construir los sueños que uno tiene es sin duda el camino ideal aunque dicen por ahí que si al final todos fuéramos astronautas, ¿Quién construiría los cohetes? 

Nuestra búsqueda del sentido no debe de quitarnos de encima algo muy importante: nuestra propia responsabilidad para con nosotros mismos, las personas que nos rodean y el mundo en el que vivimos. 

"Haz de éste, un mundo mejor"

¿Pero qué es un mundo mejor? ¿Por qué tengo que hacerlo? ¿Quién dirá que es un mundo mejor? Todo al final de cuentas es subjetivo a opiniones, hoy pueden decirte un genio y mañana gritarte "desalmado explotador". Hoy pueden decirte "soñador" y mañana "huevón". 

¿Y entonces?

Entonces ve y vive tu vida, que solo hay una, es complicada y tiene fecha de caducidad. Ve y hazte responsable de perseguir lo que quieres porque al final tendrás que hacerte responsable, no sé si con un Dios omnipotente, no sé si con una rueda del destino, no sé sin con un software de computadora, no sé si con un panteón de Dioses ya olvidado, lo que si sé -porque lo viví- es que tendrás que rendirte cuentas a ti mismo, y sólo tú sabrás si hiciste lo que tanto quisiste. 

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